Naturalismo moderno en São Paulo
Muchos obstáculos se presentaron al momento de crear una bella country house…
Muchos obstáculos se presentaron al momento de crear una bella country house a los bordes de un campo de golf. Sin embargo, la arquitecta y diseñadora de interiores Deborah Roig fue capaz no solo de llevar adelante – y con astucia- los sueños de un golfista y su familia, sino presentar un resultado soberbio y, ecológicamente consciente. Unos de los principales problemas antes de concebir el diseño del lugar era que se trataba de un espacio triangular, con una entrada estrecha y una reflexión de sol inadecuada.
Deborah decidió construir la casa en el terreno más plano y alto, pues casualmente en esa zona hay un jardín, lo que compone un maravilloso paisaje a los alrededores. Se emplearon materiales industriales usuales como cemento quemado y acero, agregando piedras, para lograr una fachada estilizada. La misma tomó en cuenta los desperdicios, que fueron reducidos al mínimo, además de agregar un sistema de calefacción solar y de riego de plantas a través de aguas fluviales. Por otro lado, las baldosas de la piscina como la cobertura con aspecto de madera, fueron fabricadas a partir de materiales reciclados, brindando un guiño sustentable a una imponente y moderna casa de campo.
La arquitecta brasileña compuso una amplia fachada de 30 metros en la terraza y el living room para que, en conjunto con el espacio asignado a la cocina gourmet, se convirtiera una fusión de espectáculo relacionado con fiestas y eventos sociales. Allí, tanto invitados como dueños, pueden disfrutar un panorama de ensueño, una especialidad de Roig. Por todas estas razones la casa construida, en apenas diez meses, es una joya arquitectónica que exhibe una magnífica vista con naturaleza y modernismo integrados.