Dulzura de una joya Zarvich
Con frecuencia, las joyas presentan rasgos de quien las crea. Como un autor deja pistas de su vida en cada novela que escribe, el joyero tiene la virtud de añadir características personales a pendientes, anillos y collares.
Con frecuencia, las joyas presentan rasgos de quien las crea. Como un autor deja pistas de su vida en cada novela que escribe, el joyero tiene la virtud de añadir características personales a pendientes, anillos y collares. Así ocurren en el caso de Zarvich, cuyo repertorio y estilo alude a la cultura de Uruguay en cada aspecto posible.
Sus fundadoras, Vivian Sulimovich y Florencia Gómez de Salazar, pertenecen a ese reducido grupo de diseñadores que se han propuesto hacer de su marca una que haga la diferencia en la industria. Tal vez por esa razón se denominan a sí mismos como una firma demi-couture; sin mencionar que su modelo de negocio consiste en una responsabilidad sustentable en la que se comprometen a “concederle disfrute tanto a quien usa la joya como a quien la crea”, en sus palabras.
Usando a Uruguay como inspiración, en Zarvich emplean nada menos que cuero y lana para la producción de sus joyas. De esta forma, contratan a aquellos que mejor saben trabajar estos materiales; esos son los artesanos que, con su savoir-faire y extensa trayectoria, están familiarizados con la tierra de la que provienen, por lo tanto son capaces de plasmarla en todos los diseños de la marca.
Zarvich, entonces, compone una noble propuesta donde bellas y femeninas joyas encantan cualquier vestimenta. Sus pasadas colecciones, Fungi y Ice & Fire, aunque increíbles no se comparan con su repertorio para Spring Summer 2019, llamada The Dessert Collection. Aquí conciben formas dulces donde los colores mostaza, rosas y cremas logran ese guiño femenino para exaltar a la mujer contemporánea. Sin duda inspiradas en el Arte Naif y con una piza de la corriente arquitectónica del Free Form. Lo que da como resultado una alternativa fresca y sofisticada para la temporada.