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Fernanda Marques: “La buena arquitectura es una obra de arte”

São Paulo, considerada históricamente la primera metrópoli de América, la tercera más…

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Foto: Cortesía Fernanda Marques
oto: Cortesía Fernanda Marques

Foto: Cortesía Fernanda Marques

São Paulo, considerada históricamente la primera metrópoli de América, la tercera más grande después de Nueva York y Ciudad de México, con una economía pujante, espíritu multicultural y una arquitectura llena de obras maestras. Allí nació Fernanda Marques, bajo un ambiente familiar conservador, influenciada por ese espíritu multicultural citadino y deleitada con el imperante modernismo arquitectónico. Es la mayor de cuatro hermanas, fruto de un matrimonio entre un empresario de la industria del papel y un ama de casa. Comenta que sus memorias más nítidas de la infancia la hacen evocar las tardes en las que recogía naranjas del jardín de su casa. La Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo, de donde es egresada, al parecer siempre estuvo en su destino.

Foto: Cortesía Fernanda Marques

Desde mi infancia soñé con ser un arquitecto. Recuerdo perfectamente cuando tenía alrededor de siete años y mi madre y yo discutíamos sobre cuál era la mejor manera de ordenar el espacio en la habitación en la que dormiríamos mis tres hermanas y yo. Recuerdo haber estado completamente intrigada por las posibilidades de arreglar las camas. Fue entonces cuando me di cuenta de lo que quería ser: una solucionadora de problemas, o mejor dicho, un arquitecto. Tuve la suerte de crecer y estudiar en una metrópoli étnicamente, diversa entre personas culturalmente diversas, con una pasión por un oficio que fui apreciando mejor, especialmente, desde que terminé mi licenciatura en una universidad pública. Este sueño comenzó a cristalizarse para mí cuando crecí lo suficiente como para capturar la experiencia arquitectónica de mi ciudad. Me encantó, por ejemplo,  visitar el emblemático Masp, de Lina Bo Bardi. 

Foto: Cortesía Fernanda Marques

En mi línea de trabajo no hay lugar para el verbo en tiempo pasado. Si uno desea permanecer debe aprender a adaptarse, innovar y nunca estancarse [/blockquote]

Así como Bo Bardi, personaje italiano referencial en la arquitectura mundial, inspiraron el trabajo de Fernanda otros grandes del oficio, como Frank Lloyd Wright, maestro estadounidense del siglo XX; el polémico y reconocido urbanista brasileño Paulo Mendes da Rocha; el carioca universal Oscar Niemeyer, pionero en la exploración de las posibilidades constructivas y plásticas del hormigón armado; el franco-brasileño Lúcio Costa, uno de los padres de la arquitectura moderna de Brasil; el holandés Rem Koolhaas, cuyo trabajo se distingue por diseños arquitectónicos que reflejan la realidad sociopolítica del momento; Peter Eisenman, gran exponente estadounidense del neorracionalismo arquitectónico; y Rafael Moneo,  el primer arquitecto español que ha sido galardonado con el Premio Pritzker, el de mayor prestigio internacional en la arquitectura. Con todos comparte Fernanda su pasión por una arquitectura que, como su ciudad natal, no se detiene, se reinventa.

En mi línea de trabajo no hay lugar para el verbo en tiempo pasado. Si uno desea permanecer debe aprender a adaptarse, innovar y nunca estancarse. Eso es lo que me atrae de este oficio. Respecto a mis inspiraciones, creo que el Modernismo dejó la herencia arquitectónica más importante de Brasil. La tradición moderna sigue siendo muy fuerte entre nosotros, y yo estoy muy influenciada por ella. 

Vengo de una escuela en la que todas las disciplinas se presentan de una manera extremadamente integrada. Mi trabajo como estudiante con Paulo Mendes da Rocha, con los edificios de Vila Nova Artigas y, en particular, con Lina Bo Bardi, fue una influencia temprana para mí como representante de la intersección moderna entre el arte y el diseño y también como representante femenina de la arquitectura. Entonces, naturalmente, cuando estoy diseñando un edificio, un interior o un objeto, me esfuerzo por integrar todas las disciplinas de la arquitectura, como lo hicieron los modernistas. No puedo concebir un edificio sin un estudio exhaustivo de la calidad de sus espacios internos, sin el diálogo con su entorno. 

Foto: Filipo Bamberghi

La arquitectura es mucho más que una construcción básica, es una cuestión de existencia filosófica, de fenomenología[/blockquote]

Esa escuela, inspiración y visión de integrar múltiples oficios caracteriza la obra de Fernanda que amalgama diseño y construcción, incluyendo la concepción de espacios interiores, de productos, comunicación visual y paisajismo. El claim de su trabajo es “limpio y contemporáneo” y está reflejado en las residencias que llevan su firma en Malibú, California, Barbizon, Francia, Miami, Londres, Lisboa, Nueva York y, por supuesto, São Paulo, todas ciudades que se han convertido en sus grandes inspiraciones antes y después de trabajar en ellas. Además, ha diversificado su talento también  hacia  el diseño inmobiliario de los espacios comerciales de casas como Ermenegildo Zegna, John John, The White Lily, L’Occitane y Rosa Chá, entre otros proyectos.

No hago la distinción entre arquitectura, espacios interiores o proyectos de diseño. Disfruto trabajando libremente en las tres disciplinas y todos mis proyectos provienen de la misma fuente de inspiración: ‘limpia y contemporánea’. Creo también que todas esas disciplinas pasan a primer plano, hasta el punto de crear una personalidad única, sólida e irreversible. La arquitectura es mucho más que una construcción básica, es una cuestión de existencia filosófica, de fenomenología, como diría Peter Eisenman y ese es, justamente, el mayor desafío del arquitecto: traspasar los límites físicos de la construcción y elevar nuestro proyecto al mundo sensorial.

Foto: Cortesía Fernanda Marques

Pensar en Lina Bo Bardi como una de las pocas exponentes femeninas de la arquitectura de una generación puede llevar a comparar aquellos años con el contexto actual signado por la reivindicación femenina, que no feminista. Y en el equipo de Fernanda, predominan, precisamente, las mujeres, en una carrera llena de reconocimientos como los cuatro AD Awards que ostenta, así como otros cuatro Property Awards Americas, obtenidos en sus ediciones 2013-2014 y 2017-2018.

Ser mujer y haber escogido esta profesión no consiste en sentarte en una oficina con empleados que respetan tus habilidades, independientemente de tu género. El reto verdadero es aceptar los retos que te presenta esta profesión, especialmente cuando tienes tu propia oficina. Creo que en todas las carreras las mujeres seguimos enfrentando dificultades. Pero como diría Malcolm Gladwell en su libro David y Goliat: ‘Cuando eres un desvalido, tu mayor ventaja es tu desventaja’.

En mi caso, me di cuenta de que para lograr el éxito tenía que trabajar más que todos los demás. Tuve una pausa en mi carrera cuando di a luz a trillizos. Sabía, como toda madre trabajadora, que el mercado no iba a esperar a que yo estuviese de vuelta. Por ello, cuando mis hijos cumplieron los seis meses de nacidos, regresé a la oficina, con ellos en una habitación contigua, sin detenerme en ambos roles. Pero volviendo al punto del género, creo que ser mujer y emprendedora le da una perspectiva distinta a la arquitectura. Hoy en día, puedo decir que tengo una oficina de arquitectura exitosa, pero definitivamente soy una excepción a la regla. 

Foto: Cortesía Fernanda Marques

En el futuro la arquitectura tendrá un merecido reconocimiento. No puedo hablar por toda Latinoamérica, pero Brasil tiene y tendrá su propia forma de absorber influencias[/blockquote]

En todo eso que conforma su obra como urbanista, diseñadora de espacios interiores y objetos, el arte está siempre presente en el trabajo de Fernanda. Eso que le cautiva de las ciudades también está impregnado del componente artístico. No gratuitamente siempre quiere volver a visitar, por ejemplo, Inhotim, el museo de arte contemporáneo de Belo Horizonte, en Minas Gerais, o apreciar la emblemática obra de Le Corbusier en Brasil. Con esa visión integrada y sensible al hecho artístico trabaja actualmente en dos proyectos: la Galería Rocca, una prestigiosa sala de exposiciones española que abrirá sus puertas en São Paulo, prevista a inaugurarse a finales de este año, así como en los toques finales de un típico hotel brasileño para una noche romántica en la misma ciudad que la vio nacer.

Foto: Proyecto LX (Lisboa). Cortesía Fernanda Marques

El arte tiene muchas formas. La buena arquitectura, por ejemplo, es una obra de arte. Estimula nuestras emociones, tiene una voz, nos hace pensar. Por eso, cuando estoy trabajando en un proyecto, es imposible separarlo del arte, por el contrario, lo entiendo y me encanta, sin importar si es una referencia artística de hace dos siglos o una ultra contemporánea. Creo que, en el futuro, la arquitectura tendrá un merecido reconocimiento. No puedo hablar por toda Latinoamérica, pero Brasil tiene y tendrá su propia y única forma de absorber influencias. Frente a ello, no puedo sino estar emocionada por ver lo que viene. 

 Fernanda Marques

 Fernanda Marques Arquitetos Associados

 @Fm360

 @fernandamarquesarquiteta