Hawthorne: La fragancia del yo
Un perfume puede llegar a convertirse en el detalle más representativo de…
Un perfume puede llegar a convertirse en el detalle más representativo de una persona. Ser reconocido por el estilo, gustos y maneras nunca es suficiente. Hace falta es ese aroma que nos describe a la perfección, como si de una pareja de ensueño se tratara. Esa es la magia del arte de la perfumería que Hawthorne se propone rescatar: una esencia hecha a la medida.
Al ingresar al sitio web de la marca, solo algunas preguntas se interponen entre la persona y lo que será su esencia más particular. Las mismas estudian todos los datos personales necesarios, incluyendo forma de vestir, bebidas frecuentes, temperatura corporal, alimentación y gustos. Una vez que se tiene toda la información, al instante Hawthorne formula dos perfumes hechos a la medida. Una para el día a día, Work, y otro para las ocasiones especiales, Play.
Las fragancias resultantes son tesoros creados por los mejores expertos del mundo. Tres perfumeros reconocidos en la industria: Olivier Gillotin, cinco veces ganador de la Fragancia para Hombre del Año; Quentin Bisch, perfumista de marcas como Mugler, Missoni y Victorinox; y Rodrigo Flores-Roux, conocido como el Rey del Cítrico y está en la Fragance Hall of Fame. Dejando así la fragancia del yo en manos de los rockstars del mundo del perfume.