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La Vida Bohème: 10 años de celebración y éxitos

Durante 10 años, la banda venezolana La Vida Bohème ha desplegado todo…

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La Vida Boheme. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)
La Vida Boheme. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)
La Vida Bohème. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

La Vida Bohème. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

Durante 10 años, la banda venezolana La Vida Bohème ha desplegado todo su arte en importantes tarimas alrededor del mundo. La última vez lo hicieron en la Sala Razzmatazz – en Barcelona, España-, pero minutos antes confesaron sus maravillosas peripecias guiados por las incisivas preguntas de Carlos Pinedo Pizzolante y Andrea Rodríguez Moller, las cuales estarán plasmadas en este texto de su autoría

La Vida Bohème está conformada por Henry D’Arthenay, Daniel de Sousa, Sebastián Ayala (Chevy) y Rafael Pérez Medina. La banda nace en Venezuela en el año 2006, siempre con la premisa de poder llevar un mensaje a la gente. Palabras de libertad muchas veces ante la opresión.

Haber resultado ganadores en el Festival Nacional Nuevas Bandas en el año 2007 fue solo el comienzo de un devenir exitoso para la banda que hoy en día cuenta con dos galardones de Grammy Latino: el primero, obtenido en el año 2013 por “Mejor álbum de rock” por su disco “Será”, y el segundo, recibido en el año 2014 por “Mejor video musical versión corta”, por su tema “Flamingo”.

Actualmente están radicados en México, territorio al que ellos describen como un “gran abrazo”. Siguiendo con sus aventuras musicales, han conseguido en CDMX específicamente un espacio donde “han estacionado su submarino”.

Los caraqueños se presentaron por primera vez juntos en Madrid y en Barcelona, España, el 6 y el 7 de mayo respectivamente, y si bien habían tenido experiencias en la Península nunca habían tenido la oportunidad de entregarle su música.

La agrupación asegura que luego de 10 años tocando juntos, seguir siendo parte de esa ecuación perfecta a la que se refieren no solo como banda, si no como familia, ha sido el mayor éxito obtenido.

Henry D’Arthenay. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

Henry D’Arthenay. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

¿Que sienten se siente estar hoy acá en Barcelona, a punto de tocar en el Razzmatazz?

Daniel: Bueno, primera vez que venimos como banda a tocar. Tuvimos la oportunidad de venir en distintas ocasiones por separado y es una ciudad que nos ha encantado desde siempre. Incluso nos ha inspirado. Para el primer disco, la calle Barcelona Este; y bueno, la verdad es que estamos súper felices; aparte, este sitio que es tan emblemático en la ciudad. Tocar en el Razzmataz es un honor y vamos a hacer lo que sabemos hacer mejor, así que, nada, a disfrutarlo.

Y tú, Henry, que viviste en España, ¿qué se siente volver?, ¿qué efecto tuvo España en ti?

Henry: Mi segundo hogar en verdad está en la Península, honestamente aquí yo pasé seis años de mi vida. Tengo muchos amigos peninsulares y no peninsulares, de otras partes del continente, de otras partes del mundo, que están acá y especialmente a Barcelona. Yo creo que le tengo una relación de amor que no se ha concretado. Una cosa muy extraña. Y en cuanto a inspiración, fue muchísima, no se abarca con un dedo. Es muy complejo porque para mí si acaso la relación que existe entre esto y América, que es el continente del que somos nosotros, es Hércules, es el castellano, es Cervantes, es Cortázar… o sea para mí viene atado mucho con el mundo latino per se, el cual naturalmente me importa mucho.

¿Y por qué dices que no se ha concretado ese amor por Barcelona?

Henry: Porque yo he estado en muchas partes en mi vida, y el lugar en el que yo estuve en España fue en Pamplona, que es al norte. Mucho más frío, entonces esa sí sería mi segunda casa. Caracas y Pamplona son los dos lugares que yo llamo hogar. No se ha concretado por eso, básicamente, porque no he pasado tiempo aquí y en verdad tú no puedes tener un romance con algo si no lo conoces. El amor surge a diario, del día a día.

¿Y México qué tal? ¿Cómo ha resultado como país de acogida?

Henry: Bueno, nos dio un abrazo. Yo creo que cualquier persona que va a México va a descubrir que México es un gran abrazo.

Daniel: México y los mexicanos. Nos llevamos una sorpresa con todo el mundo, de hecho que es un país que tiene mucha experiencia y años de carretera en la industria musical, así que hemos estado conociendo gente. Nuestro equipo de trabajo hoy día está conformado por un alto porcentaje de mexicanos que la verdad han aportado muchísimo y han hecho que la banda crezca. México nos ha regalado cosas en muchos sentidos.

Chevy: Sí, a mí en lo personal también.

Henry: Tener un espacio propio, especialmente. Con CDMX hay una relación, es que no sé cómo explicarlo, CDMX es donde tenemos estacionado nuestro submarino, ¿me explico? Pero casa ya no es solo el lugar sino también el tiempo ¿no? El tiempo que tú recordabas cuando el lugar era distinto”.

¿Para ustedes que ha significado estar, y más que estar, crecer fuera de Venezuela?

Henry: En mi opinión, tú nunca paras de crecer, por lo menos yo crecí de una manera en Venezuela y luego crecí de otra manera en España. Ahora estamos creciendo de otra manera en CDMX y al mismo tiempo, cuando hacemos estos viajes, inevitablemente crecemos.

Daniel: Nosotros simplemente sentimos que es la vida que nos tocó vivir y es lo que hay que hacer. En los años 50, a nuestros familiares les tocó migrar obligatoriamente y al final hicieron sus vidas, hicieron sus familias en diferentes destinos. Nosotros nos sentimos igual, es lo que es ser hoy en día parte del mundo, es como fluye y como pasa todo y nos tocó vivir en un país en el que está todo muy complicado. Tener una banda, o cualquier otra cosa, se hace muy difícil y para nosotros era importante continuarlo. Por lo que CDMX para nosotros era como el punto, un centro de operaciones bastante amigable y bastante cercano a casa, por muchos factores, en cuanto al sentimiento también. 

Henry: Sí, y por más que sea nosotros somos Venezuela y Venezuela somos nosotros. Todas nuestras cosas y la nostalgia de extrañar casa yo creo que es algo que no puedes sintetizar simplemente, porque te afecta cuando menos lo esperas ¿no?; o sea puede ser un día que tuviste el mejor día de tu vida y de repente es una palabra o es cualquier otra cosa. Yo me acuerdo que la primera vez que vine a España que tenía 17 años; a los siete meses de haber llegado, escuché a un señor en la calle hablando de unas arepas, y donde yo estaba es mucho más pequeño que Barcelona: fue un impacto emocional, asñi que consideré pararlo y conversar un rato con él, porque tú no decides esas cosas, es como, de repente algo falta y te das cuenta de que es capaz casa, pero casa ya no es solo el lugar sino también el tiempo ¿no?. El tiempo que tú recordabas cuando el lugar era distinto. Cuando el lugar era distinto, porque siempre es distinto. Los lugares no se mantienen estáticos.

Sebastián Ayala (Chevy). Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

Sebastián Ayala (Chevy). Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

¿Cómo se vive una vida bohème entre tantas cosas, entre tanto caos y tanto juzgar?¿Ustedes viven una vida bohème?

Daniel: Es una vida en la que, cuando llegas a casa, México que es ahorita nuestra casa, es el momento de descansar, de recargar baterías, de todo. Y en el momento en que volvemos a entrar de gira es otra vida completamente distinta. Es dormir tres horas en la tarde, pruebas sonido, vas para otra ciudad. Luego amaneces en otra que no tienes que hacer nada. Luego al día siguiente vas para otra, tocas y así.

Chevy: La vida de un artista tiene que ver mucho con la incertidumbre. Yo creo que después de 10 años tocando juntos, 10 años haciendo arte, ya caímos en cuenta de que te tienes que entregar a esa incertidumbre aunque sea mayor de la que normalmente cualquier persona tiene; porque la vida también se trata de eso, pero considero que lo que hacemos nosotros día a día es el triple. Siento que ya nos abrimos absolutamente a eso.

Henry: Nuestra vida, en verdad,creo que es muy libre. Tiene sus cosas, no todo es perfecto. Se pierde certidumbre pero ganas libertad. Cada día puede ser tuyo ciento por ciento si lo deseas. Y nosotros procuramos que eso sea así. Obviamente cumplimos con un montón de responsabilidades de nuestro oficio, y en verdad nosotros nos preocupamos, pero la realidad es que si un día nos provocó quedarnos 10 horas tocando, persiguiendo una idea, grabando algo, tenemos la libertad para hacerlo.

Daniel: Nunca dejaremos de buscar eso.

Henry: Nadie se salva de anclarse. Todo el mundo tiene que lanzar el ancla a algún lado, eso es una realidad de la vida y punto, pero nosotros, que somos jóvenes y todavía podemos viajar a lo Julio Verne, honestamente digamos que eso es lo que nos mueve.

¿Un lujo no?

Henry: En verdad no es un lujo. Yo creo que una cosa que uno aprende viajando es que en verdad no es un lujo, lo que pasa es que te crían a pensar que moverse de un punto a otro es un lujo porque ya no vas a tener las cosas seguras ahí, pero sencillamente te adaptas a vivir con lo necesario. Yo creo que eso es lo principal.

Chevy: Hay veces que para nosotros es un lujo todo lo contrario.

Henry: El lujo para mí ahorita es de verdad, llegar a un lugar, estar un mes tranquilo, jugar PlayStation, dormir. Eso para mí es un lujo. El lujo de poder estar quieto.

¿Y cómo creen ustedes que va a ser la vida mejor?

Henry: Bueno, honestamente creo que con menos prejuicios. Menos prejuicios, más respeto. Más tratar de entender al otro.

Chevy: Y ahí viene todo lo demás. La empatía.

Henry: El amor es muy importante. Yo creo que a veces uno subestima el poder del amor porque el amor también puede ser el peor enemigo.

Daniel: Entender al individuo y luego si ya estás bien contigo como individuo, es mucho más fácil entrar en armonía con el resto. Creo que eso es lo básico para que todo fluya.

Rafael Pérez Medina. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

Rafael Pérez Medina. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

¿En qué momento cambió todo de color a blanco y negro? ¿Esto tuvo alguna intención o solo sucedió?

Henry: Una cosa sucede a otra. El primer disco era mucho acerca del color y acerca de ¡salió el primer disco! En “Será” fue todo mucho más mecánico en el sentido de que queríamos que fuera diseñado. Que los aristas se sintieran. El blanco y negro plantea dos lenguajes muy curiosos. El primero el del que tienes dos unidades. Lo que está muy brillante, lo que está muy oscuro, y al mismo tiempo el lenguaje del contraste, que es todo lo que se pierde en el blanco y el negro.

“Del color teníamos que pasar al blanco y negro, y el blanco

y negro se chupó mucho de nuestro ser, y queremos ahorita

que entre luz”

Entonces ¿qué debemos esperar para el próximo disco?

Henry: Lo que viene es distinto también. Del color teníamos que pasar al blanco y negro, y el blanco y negro se chupó mucho de nuestro ser, y queremos ahorita que entre luz. Porque la luz, nos hemos dado cuenta, es algo maravilloso porque refleja el espacio, refleja un montón de cosas y nuestra música (o por lo menos en este tercer disco) queremos que se sea luminosa. Queremos que se sienta como si hubieras abierto las ventanas de la casa, después de mucho tiempo de tenerlas encerradas con una vela.

Es de suponer que cada disco refleja un poco lo que están viviendo ustedes, porque es imposible escribir sobre algo que no conoces, en lo que no crees. ¿El segundo disco tuvo un poco de oscuridad porque reflejaba en ustedes la situación país y ahora más luminoso porque están más asentados?

Henry: Tiene que ver con cómo lo interpretas, como interpretas la realidad. Porque siempre van a estar pasando cosas. Siempre pasan cosas, que interpretas de una u otra manera, debido al ambiente, y uno es una criatura bastante anímica. Tú si estás triste y llueve, vas a estar triste con la lluvia. Pero si estás feliz y llueve, vas a estar feliz con la lluvia. En “Será” nos pasaron muchas cosas personales, veíamos las cosas de una manera que, yo me atrevo a decir, bastante fatalista. Y de repente, digamos que pasaron muchas más cosas, mucho más fuertes después de Será y en ahora verdad todo lo contrario. Pienso que aprovechamos del crecimiento que teníamos, de cómo estábamos. Lo que quisimos fue darle luz a una situación que para nosotros era muy difícil, porque no pensábamos que la respuesta era “a esta herida le voy a poner toda la sal que existe” si no que, en la herida podemos poner tierra y sale una flor, eso es sanar.

Este tercer disco, de la mano de Eduardo Cabra (Visitante Calle 13) ¿nace como una unión de fuerzas latinoamericanas frente a la crítica política y social?

Henry: Edu en verdad se ha convertido en un gran gran amigo. Y una de las cosas más bonitas que pasó durante el mes que pasamos en Puerto Rico fue que estuvimos tanto con Eduardo, que es de Puerto Rico y su esposa, Diana Fuentes, que es cubana. Y son jóvenes, entonces tuvimos la oportunidad de hablar mucho, de muchas cosas. Me llamó la atención que personas de tres nacionalidades bien distintas compartan puntos de vista con respecto a la vida, las cosas que tú piensas que están incorrectas; sentíamos mucho interés recíproco. No sé si diría que es una unión de fuerzas tanto como que es una unión de personas, que honestamente no lo esperábamos.

Chevy: Lo más bonito es que no fue planeado.

Henry: Sí, exacto, nosotros acudimos a Eduardo porque obviamente nos parece un gran productor, un gran músico y un gran ser humano, y nos vibró. Fue como que “tiene que ser él” y una vez estando ahí…

Chevy: Surgieron otras cosas. (Risas).

Henry: Sí, exacto, vimos la vida parecida en muchas maneras, nos gustan ciertas cosas. Ya las grabaciones eran casi sin hablar. Teníamos señas y básicamente era como un equipo de béisbol.

La Vida Bohème. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

La Vida Bohème. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)


¿O sea que esta luz de la que hablan con respecto al nuevo disco se refleja de punta a 
punta?

Henry: Sí, y yo creo que la vida no dejó de ser difícil; de hecho si acaso fue como “vamos a apretarles a estos a ver si se aguantan”, y aun así la experiencia fue brutal. Porque estar ahí y que te pase eso, que algo te mueva de nuevo como te movía de niño, y que lo estás haciendo ahí, que nadie se entera, estás escondido en San Juan, en un estudio, con gente que recién acabas de conocer, pero con la cual compartes un secreto muy bonito. No sé, fue algo muy mágico.

“Yo creo que Venezuela hoy, es una mujer que el marido le

pega, y a pesar de que ella sabe que tiene que hacer algo,

no se atreve porque es mucho el amor que le tiene a esa

persona, pero es que esa persona no es la misma de hace 30

años, entonces ese despertar yo creo que es el más difícil.

Pero… ella está consciente”.

Si Venezuela fuese una mujer ¿cómo la describirían?

Henry: Bueno, hoy es una mujer maltratada. Una mujer que el marido le pega y a pesar de que ella sabe que hacer algo con respecto a eso tan radical, no se atreve porque es mucho el amor que le tiene a esa persona, pero es que esa persona no es la misma de hace 10 años, no es la misma de hace 15 años, no es la misma de hace 20 años. No es la misma de hace 30 años. Entonces ese despertar yo creo que es el más difícil. Pero… ella está consciente. Si tú me preguntaras quién es Venezuela siempre, te diría que es el mar. Es alguien que está ahí, y que tú te puedes entrar y te va a abrazar con agua cálida y vas a poder estar ahí por siempre. Porque en Venezuela podrías estar sentado en cualquier lugar y lo que sientes es mágico. Una anécdota muy reciente: estaba en Catia la Mar, pasé como una hora en la noche, sentado en la playa, sencillamente viendo, nadie me dijo nada. Dentro de un país tan violento, yo estaba ahí, en paz. Y eso… eso me ha pasado varias veces en distintos lados de mi país, y es porque estamos en El Ecuador, está la magia del Amazonas abajo, está El Ávila, están los desiertos, es como que estás dentro de este mundo mágico, entonces, esa mujer mágica todavía existe y es libre. Lo que pasa es que ahorita está en una mala relación honestamente.

La Vida Bohème. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

La Vida Bohème. Foto: Carlos Rivero (@carloschristian_)

¿Una palabra, solo una que los defina como banda?

Henry: ¿Bucaneros?

Chevy : ¡Esa! Bucaneros.

Henry: Hombres de altamar.

Daniel: Todo lo relacionamos con el mar. El estudio es un submarino, nosotros…

Henry: Nosotros somos piratas.

¿Un mensaje que quieran dar, no solo a los venezolanos que están en Venezuela sino también a los que están afuera pero tiene siempre presente su patria constantemente?

Henry: Mi mensaje es que no tiren la toalla, tirar la toalla es cuando ya dejas de jugar a la vida. Vamos a ponerlo de esta manera: es cuando dices “No quiero subirme al ring de boxeo”, y la vida es así, es un ring, es una lucha, tienes que estar concentrado y hay veces que te van a golpear sin que lo sepas y hay veces que vas a dar un golpe sin saberlo, un golpe duro, estés en Venezuela, no estés en Venezuela, seas o no venezolano, estés lejos de casa o estés en casa. Este tiempo que existe creo que es el más preciado porque este tiempo no se va repetir.

Daniel: Cualquier camino que tomes es un reto, regreses a Venezuela, salgas de Venezuela.

Henry: Así es el vida, y hay veces que volver es de hecho montarse en otra pelea, si la decisión es volver es porque te diste cuenta de que ahí es donde tienes que dar tus golpes o aguantar desde afuera porque es otro el sitio donde debo debes dar tus golpes, y eso responde más a cosas individuales y personales. Cuando llegues al final de tus días, y tengas que enfrentarte a ti, es cuando podrás responder estas preguntas. Problemas existen en todos los lugares, en mayor o en menor medidas, donde tú puedes convivir con esos problemas es donde yo creo que tú puedes entrar en ese ring.

Daniel: Y al final, cada viaje, cada decisión corresponde a etapas; nosotros lo vemos así, hemos pasado etapas que queremos tirar la toalla, siempre lo hemos visto como una carrera de resistencia más que de velocidad. El que aguanta y el que está dispuesto a recibir los golpes de vez en cuando es el que poco a poco llega a la meta, sea cual sea.

Si ya lo han visto, ¿qué es lo que funciona del futuro?

Henry: Lo que hemos visto del futuro que funciona es el presente, porque es lo que estás construyendo segundo a segundo, no está estático; es como el tetris, que vas construyendo hasta que ves el resultado, muchas veces por decisiones propias, otras porque vas lidiando con.

 

Entrevista y redacción:

Andrea Rodríguez Möller. (@andreavisual_)

Carlos Pinedo Pizzolante. (@cjpinepizzo__)

 

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