Manare: La ensenada esmeralda
Se han esparcido merecidos halagos de Los Roques, La Tortuga, La Orchila,…
Se han esparcido merecidos halagos de Los Roques, La Tortuga, La Orchila, Paria, Isla Larga, pero cualquier epíteto tiembla ante la conmoción que generan Mochima y sus pequeñas bahías cual joyas. De entre las más lejanas, saliendo de Cumaná hasta el pueblo de Mochima, y tras media hora de paredes de piedras gigantescas, luminosas, que insuflan miedo por venirse encima, y kilómetros de azules y verdes, se abre Manare como un compás tallado en esmeralda, quieto oleaje, paisajes submarinos ideales para el buceo, comida en bandeja hasta la orilla, alquiler de toldos, de banana inflable y paseos en bote. Una metáfora posible: la postal de una italiana, minúscula Anacapri con elenco criollo casi de casting.
MANARE EN GÓNDOLA
Como la estética, la cortesía y la puntualidad deben privar para que un viaje sea plácido, nadie como Wilfredo Lemus y su peñero recién pintado. Está más allá del muellecito principal en el pueblo de Mochima, y lo reconocerá porque afuera verá los esqueletos incipientes –fruto del trabajo artesanal de su familia– de lo que pronto serán grandes barcazas.
Tlf.: +58 424 5588571
SUITES CON VISTAS
Para un hospedaje abrumador, en pleno Parque Nacional Mochima, exactamente en Playa El Horno, la Posada Mochima Lodge, un enclave de la excelencia con decoración correcta, atención impecable y vistas abrumadoras.
www.posadamochimalodge.com