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Proteo Editorial: “Los logros son las cosas por hacer”

Proteo es un proyecto editorial que se llevó acabo gracias al ingenio…

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Proteo Editorial nació como una laboratorio gráfico para los libros raros y no comerciales. Foto cortesía de Proteo Editorial

Proteo Editorial nació como una laboratorio gráfico para los libros raros y no comerciales. Foto cortesía de Proteo Editorial

Proteo es un proyecto editorial que se llevó acabo gracias al ingenio de un escritor venezolano y un diseñador colombiano,dando como resultado un laboratorio literario en el que el libro es el principal objeto de estudio


En un mundo donde las plataformas digitales y los likes de Instagram han tambaleado el negocio de las publicaciones impresas, una editorial de origen latinoamericano promueve el placer de tocar las páginas de un libro. No se trata de cualquier otra editorial independiente, sino de una especie de “laboratorio gráfico” donde el libro es un producto que es escuchado y entendido como un objeto de estilo propio.

De esta forma, Proteo Editorial nace para celebrar su nombre: el primero en la mitología griega y el primero en tratar a cualquier texto como una entidad única en su especie. Sus fundadores fueron el escritor venezolano George Galo, autor de Ucronías Ficciones Filosóficas (2015), y el diseñador colombiano Sebastián Salcedo, parte del equipo de animación del cortometraje El último pescador de Taganga (2017), el cual también tuvo un producto editorial diseñado por él. Dejando al mundo de la literatura contemporánea en más que merecidas manos.

Todo surgió en el 2017, cuando Sebastián frecuentaba un “laboratorio de investigación” –como lo bautizaron los integrantes del mismo– donde la gente iba una vez a la semana a escuchar y conversar de cualquier cosa que les llamara la atención sea en un ámbito político, intelectual o hasta cotidiano:

Sebastián: Como estábamos en el proceso de formulación de la editorial, empecé a pensar que los libros tenían que crecer, y que sería muy rico que un autor trajera su libro, y éste creciera en una mesa interdisciplinar donde otras personas aportaran con sus conocimientos. Al final se llama laboratorio gráfico porque es cierto que estamos explorando el libro como objeto, y esto tiene una dimensión gráfica con la complejidad de que cada libro ha de encontrar su forma particular (y por esto el laboratorio, pues no hay fórmulas), pero tiene más que ver con integrar al proceso de las publicaciones otros conocimientos.

George: Comenzamos soñando sin demasiado fundamento, diciendo “¿quién publicaría un libro tan raro como tal y cuál?”. Sebas un día simplemente me lo propuso. Sabía que a mí me interesaba y cuando vi que era factible, que era de alguna manera rentable, dije de una vez que sí. Los obstáculos siguen siendo los mismos: no tener todos los recursos que se necesitarían. Materiales, claro está. Pero van apareciendo y se van consiguiendo. Con mucha paciencia, eso sí. Por eso cada proyecto puede tardar fácilmente más de un año antes de salir.

“Cada libro tiene una identidad propia que nos proponemos encontrar, en vez de ajustar los proyectos a alguna línea editorial” – Sebastián Salcedo.

A principios del 2018, nació su primera publicación: un libro-arte bautizado como Ansiedades del autor venezolano Daniel Villamizar. Ahí presentaron por primera vez una pieza literaria única en la que tanto George como Sebastián participaron en cada paso de su desarrollo. Fue editado por ambos, mientras que el diseño y la ilustración fue un trabajo del autor, Daniel. Este libro primogénito nació  con una esencia bucólica personal distinta de cualquier publicación comercial:

El libro arte “Ansiedades” de Daniel Villamizar fue la primera publicación de Proteo. Foto cortesía de Proteo Editorial

S: Yo haría un muy buen balance y le doy todo el crédito al hecho de que ‘Ansiedades’ habla muy bien de la editorial. Es un libro que encuentra a sus lectores desde lo emocional y les presenta potenciales autores con la posibilidad de lograr un libro de este cuidado. Son estos riesgos, entonces, con los que hemos estado trabajando de mano con los creadores para que la ejecución de los proyectos sea tan minuciosa como la que tuvo nuestra primera publicación.

“El logro es seguir andando, cualquiera sea la dirección. De veras que los logros son las cosas por hacer” –George Galo.

Proteo llegó en una época en la que la mayoría de los autores se ven en la situación de despersonalizar su estilo para poder ser publicado a una audiencia más amplia. Hay que tomar en cuenta que de no ser así, es la editorial la que pierde inversión. Es por eso que Proteo transforma ese sistema para que las ganancias no sean el principal objetivo, sino la literatura.

A través de diversas inspiraciones, George y Sebastián tomaron conceptos que se adaptaban a ellos para después proyectarlos en Proteo:

S: Una editorial de San Francisco que se llama Mcsweeney´s que me encanta hace años. Lo último que sacaron fueron historias impresas en globos, para inflar y leer. Luego está mi viaje a conocer el mar, hace un par de años, que desembocó en encontrarme con Proteo en una conferencia de filosofía, y más adelante se volvió la raíz de la gráfica que usamos para la editorial. Está bien bonito preguntarse qué nos inspira ahora. Yo creo que ando muy contento de saber que estamos ayudando a varios creadores a sacar adelante su voz, sus proyectos.

Para llegar a un resultado que transmita este sentimiento es necesario pasar por un proceso riguroso en el que un texto original no sufra ningún tipo de violación. Más bien el concepto de Proteo consiste en que el mismo se vea en un proceso de transformación tan poco común en el mundo editorial que sepa manifestarse correctamente en su máxima expresión lírica y estética.

“Dependiendo del texto pedimos otros ojos y otros lectores para el Comité Editorial. El equipo es íntimo y horizontal”, indica George acerca de Proteo. Foto cortesía de Proteo Editorial

G: Es un proceso cercano y personal. Principalmente se reciben textos y proyectos y una vez que Sebas y yo vemos que se ajustan al perfil de la editorial, los socializamos con el equipo. Dependiendo del texto pedimos otros ojos y otros lectores para el Comité Editorial. El equipo es íntimo y horizontal. También siempre respondemos con toda la atención cualquier proyecto que nos llegue: sugerimos cosas así no vayamos a publicarlo porque es importante que los autores sepan que fueron leídos con detalle incluso si es para recibir un no. Lo más importante es que los autores sepan que están siendo escuchados. El otro caso de selección de texto es cuando nos acercamos a autores que nos interesan particularmente y que sabemos que tienen obras de nuestro estilo. Este método ha resultado ser el mejor.

S: Lo que sigue es la personalización: cuidar la creación del libro. Ahí entra el laboratorio gráfico, donde nos involucramos en la creación tanto como el autor quiera. Vamos proponiendo y ajustando el producto editorial, integrando al autor también a los procesos de promoción y buscando, como les comenté, otros talentos que podríamos traer para hacer crecer los libros.

Actualmente, Proteo está trabajando con autores y artistas para seguir publicando. Dándole, por supuesto, a cada obra el crédito y la atención que merece. Es por esta razón que tanto George y Sebastián como el resto del equipo que conforma este innovador laboratorio gráfico han asumido un ritmo calmado para dedicarse con cuidado a cada proyecto con la meta de publicar, al menos, dos autores al año. Mientras tanto se proponen evolucionar su landing page (proteoeditorial.com) para anunciar allí sus trabajos, booktrailers, y contenido digital. Incluso están contemplando la posibilidad de crear un catálogo de libros y autores que bajo la tutela de Proteo pudieron por fin formar parte del mundo editorial.

“Los libros raros, físicos, hermosos tanto por dentro como por fuera, todavía necesitan de los fetichistas” – George Galo.

Asimismo, comentan genuinamente que no están convencidos de que Proteo sea un gran aporte a la literatura en América Latina. No obstante, es más que evidente que un espacio tan entregado al arte es mucho más de lo que se esperaría de dos jóvenes artistas. Pues este nombrado laboratorio gráfico  funciona como una cuna para los lectores y escritores de oficio y vicio.

El escritor George Galo y el diseñador Sebastián Salcedo esperan que Proteo crezca en publicaciones y se mantenga fiel a la atención del libro y su autor. Foto cortesía de Proteo Editorial

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